Distintos voluntarios del Colectivo Ornitológico Cigüeña Negra (tanto de España como de Marruecos) hemos participado en este Proyecto de la Asociación con el objeto de determinar a modo de resumen el estado actual de los humedales en el área del Estrecho de Gibraltar.
Zona norte del estrecho de Gibraltar.
La desembocadura del río Palmones está afectada por una preocupante regresión de su sistema dunar costero, así como por una lenta pero continua degradación de las zonas contiguas al área de mayor valor natural, debido principalmente al vertidos de áridos y parcelaciones. También ha sufrido impactos muy graves como la ilegal instalación de una Zona de Actividades Logísticas del Puerto de Algeciras.
La playa de Los Lances está siendo continuamente alterada por diversos impactos derivados de la presencia en su interior de una inadecuada pasarela para visitantes, un camping situado en zona afectada por los planes de inundaciones y maremotos, un enorme macroaparcamiento y un descontrolado e intenso acceso de personas para el uso de las playas y para la práctica de kitsurf.
El diverso ecosistema antaño existente junto a la desembocadura del río Guadiaro experimentó una casi total desaparición durante la segunda mitad del siglo pasado. Además, en estas últimas décadas el reducto resultante ha sufrido una intensa regresión de su franja costera. Gran parte de los terrenos próximos al canal occidental han sido usurpados por las viviendas colindantes y grandes áreas de este diminuto Paraje Natural están siendo colonizadas por especies vegetales exóticas.
La Laguna Huerta de las Pilas, es un nuevo declarado humedal, gracias a la presión ciudadana desde el 2012 cuando se indicaba por la administración ser una “charca”. Esta laguna con un gran potencial de biodiversidad vuelve a ser la codicia urbanística de un Plan Parcial que la colocaría en el S.O.S. Humedales.
Sobre la Laguna de la Janda, Importante humedal casí sin grado de conservación. Fue declarada Área importante para las Aves por SEO/BirdLife, (un único grado de conservación poco relevante para la importancia del lugar). Recuperar la Janda para muchas entidades ecologistas, la administración y Fundaciones, es pasar de privado a público y está bien, pero no queremos despertarnos con un cartel en este espacio de! SE VENDE ! (Por parte del Estado, como ocurrío con la Almoraima) .... recuperar la Janda para nosotros es recuperarla ambientalmente, es declararla ZEPA (Zona de Especial Conservación para las AVES) y que se incluya en la Red natura 2000, de este modo poder regular ambientalmente y que se elimine la industria eólica allí creada, así como otros temas ambientalmente nefastos para la zona (Creación de un aeropuerto, etc.)
Alcanzar estos grados de protección lograrian su grado de conservación y esto se puede y debe realizar aunque aún no se haya producido la devolución de sus actuales adjudicatarios. Existen muchas zonas ZEC. (Zonas de Especial Conservación), grado de mayor Conservación dentro de la UE. que contienen áreas privadas pero reguladas por la normativa de conservación europea (Directivas Habitat y Aves).
Zona Sur del estrecho de Gibraltar.
Los humedales de la península Tingitana, al norte de Marruecos, han experimentado una mejora relativa en su conservación.
Smir, uno de los humedales más importantes de la región, ha disminuido debido a los proyectos de urbanización que han rodeado este entorno. Sin embargo, en 2019, esta área fue clasificada como zona Ramsar, junto con el embalse que lleva el mismo nombre. Las colonias de espátulas y moritos continúan aumentando de manera favorable.
La laguna del río Martil sigue recibiendo a cientos de anátidas invernantes, aunque su futuro es incierto debido a la expansión de las urbanizaciones cercanas. A pesar de este desafío, la riqueza ecológica de la zona atrae a investigadores y ornitólogos que buscan entender mejor los patrones migratorios y de nidificación de estas aves.
El río Martil, tras haber sido acondicionado en su sección de Tetuán, ha creado un entorno que actualmente alberga a cientos de anátidas y flamencos, y muchas especies están nidificando allí. Este proceso de restauración ha sido clave para fomentar la biodiversidad local y mejorar la calidad del agua en la región.
La zona Ramsar de Taheddert ha estado sufriendo en los últimos años una sequía sin precedentes, lo que ha afectado negativamente a la población de anátidas invernantes. Este fenómeno resalta la necesidad urgente de implementar estrategias de gestión sostenible que ayuden a mitigar los efectos del cambio climático y a proteger estos ecosistemas vitales.
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